
Todo blanco.
Espacio, luz, claridad, paz... eso me trasmiten mis cuatro paredes, las mismas que no reconocen el paso de nadie por ellas, la nitidez de las mentiras hacen que me quede justo aquí quitando minutos, horas a las obligaciones y deberes para convertirme un poco más en un ser perezoso y holgazán.
Los rayos de sol y la música motivan a decir buenos días, a salir de la cama tocando el suelo frío, poner a hervir el agua mientras busco en el armario algo para ir a clase...