
Revolvía en los cajones. Buscaba. Lo escuche correr hasta mi puerta. Esperaba que la abriese con fuerza pero se paró de golpe. Su voz sonó al otro lado (esa que parece que acaba de soltar sus primeras palabras hace unos días cuando en realidad tiene 5 añitos). Preguntaba si estaba despierta o me había vuelto a quedar dormida con alguna película. Me dije a mi misma que eso no pasa tan habitualmente como para que lo tome por costumbre. Dude. Abrí. Le vi sonreír y afirmó: ¡Vamos a jugar! "El peque" precede a mis aficiones, al tiempo, a... todo. Deje alguna bonita blusa y el cine para otra ocasión. Acepte una camiseta vieja y pasar horas frente al portátil jugando, discutiendo sobre quien tenia la culpa de que nos diese game over esta vez, cenamos algo ligero y rápido para volver a jugar, el postre lo tomamos creyéndonos super heroes, él salta sofás pensando que son rascacielos. Cuando ella regreso es la hora de dormir y vinieron sus las lágrimas. Espuma y penumbra rodean las siguientes horas. No se que ocurrió, me acosté para respirar, me pesaba el cuerpo. Patricia con su ruido nocturno, sus cascos con odiosa música y sus ganas de seguir con la fiesta en la pared de al lado me despertaron. Entonces imagine lo que harías tu de haber estado allí cuando ella vino a incordiar de forma brusca. Desee con todas mis fuerzas. Quería que le dijeses lo que me pasaba por la cabeza. Ninguna palabra, solo ruido. Se marcho. La puerta se volvió a cerrar. Me cuestione. ¿Me está creciendo un nenúfar en el pulmón? Para comprobar que no me había quedado muda lo dije en voz alta. Me desperté. Reconocí haberme dormido desintencionadamente, que apenas habían transcurrido unas horas y que mi cuerpo pensaba que había pasado como una bendita semana de sueño.
► Lhasa De Sela – Love Came Here
► Lhasa De Sela – Love Came Here