Ayer hablamos sobre la fe, casi todos renegaban y afirmaban con orgullo no creer. Uli considero que es bonito tener unas creencias y yo dije que cuando uno nunca ha sentido esa fé, esa fé que te motiva que te completa que te resguarda, esa fé a la que acudir cuando surgen miedos o dudas que te hace crecer y ser mejor, esa fé que te lleva a ser mejor. Por lo tanto para mi uno no puede atreverse a juzgar como estupidez tenerla porque no conoce esas sensaciones, no las ha experimentado, porque no se ha puesto en la piel de ese creyente y ni se imagina la desesperación y el desasosiego del que la ha perdido.