Si me diesen un billete de 5 por cada vez que me han dicho pasa pagina.
Y me lo han dicho de mil formas, sutil, con una sonrisa, con esperanza, con cariño, con tacto, exigiendolo, mi respuesta es ya, mi mente dice no puedo y mi corazón no quiere.
Pero lo cierto es que si oigo un coche aparcar salgo corriendo a la ventana, esa sensación que experimento hasta descubrir que es un vecino, que van a dejar un paquete o un simple desconocido.
Esa carrera, es igual a cuando ibas a abrir los regalos de reyes...