Ayer invite a Miriam a merendar, prepare tarta de zanahoria porque no la había probado nunca y quería ser yo quien le regalase un sabor nuevo. Me alegre un montón de que saliese tan rica y de que le gustase hasta el punto de repetir.  Como planeamos algo juntas, esta mañana me he puesto manos a la obra, no se si podremos hacerlo antes de que nuestras vacaciones nos separen, pero con muchas ganas y algo de esfuerzo todo se puede conseguir. Como vuelvo a la bella Florencia, apenas tendré unos días para prepararme el idioma antes de marchar pero esta vez tengo todo el tiempo del mundo para indagar en todo lo que no es una ciudad turística y volverla a ver de noche, esta vez pretendo pasearla a medianoche, es tan fresca esa ciudad que solo con recordarla recorre mi piel ese aire fresco de sus calles y por unos instantes el horror pegajoso del infierno sureño desaparece. 

Hoy mi dia consistira básicamente en leer, no solo la guía, tengo también varios cómics que he dejado para estos meses de calor donde me refugio en una esquinita debajo del aire acondicionado hasta que el maldito sol se esconda, también cogeré la bici y sacaré a Scully a pasear después de inflarla a sus galletas favoritas. Quiero tanto a esa chica, me encanta que ponga sus patitas encima mía, que se vuelva completamente loca al verme, sinceramente ojalá pudiese provocar esa sensación en las personas porque llena y da una alegría increíble aunque a veces cuando comienza a quedarse dormida  le hago la jugarreta de moverme de sitio solo para ver que hace, y ella se levanta medio zombie y se vuelve a poner cerca mío, ese gesto es simplemente magnifico. La voy a echar de menos.